jueves, 16 de febrero de 2012

Reflexiones Cardinales Nº 6 : Ira

Buenos días a todos de nuevo,

Tras este pequeño parón por motivos médicos, vuelvo con la intención de reanudar la miniserie (¡y acabarla de una buena vez!). Asi pues, hablemos de la ira, la furia, la rabia, el "pecado" que -nos guste o no- hace al hombre como és.

La ira, y al fin y al cabo, el deseo más puro de causar perjuicios y / o matar a un tercero es lo que, probablemente, más haya impulsado la industria, la ciencia, la medicina, toda nuestra civilización, a lo largo de los siglos.

De acuerdo, muchas veces viene a consecuencia de otros pecados... sentimos Ira por Envidia, sin ir más lejos. Queremos lo que tiene el otro, y decidimos tomarlo por la peor manera posible.

A mi, quien me conozca, hay muchas -quizás demasiadas, no lo voy a negar- cosas que me encienden el caracter y quiera encender al causante con gasolina y una cerilla... pero también -como podrá atestiguar cualquiera que me conozca- soy una persona comedida, que rara vez expresa esa rabia primaria que en ocasiones me come por dentro. Me han dicho que eso no es sano, que algun día reventaré por dentro...

Challenge Accepted.

No, pero ahora enserio. La ira, irremediable como és (al fin y al cabo, creo yo, como animales que somos, llevamos la agresión, la caza y la lucha en los genes), en ocasiones SÍ es la solución. Hay veces que son necesarios unos buenos gritos, volcar una mesa o encararte con alguien con toda tu mala hostia para que dejen de tomarte por el pito del sereno.

Yo, realmente encararme me habré encarado dos o tres veces en mi vida (hablo de encararme en plan "Si contesta, cojo la silla y se la estampo"... y sí, puede que esto sea una sorpresa para los que me conocen, porque yo no soy asi...) pero hay que admitir que no me arrepiento de ninguna de ellas.

Al final, recurrir a la ira, en segun que situaciones, llega a ser hasta relajante.

De lo que nos tenemos que cuidar es del exceso (¡Como en todo!), de caer en la rabia fácil, en el enfadarnos por todo. Ahi es donde la ira se vuelve un enemigo peligroso y deja de ser un aliado marginal.

Templanza, señoras y caballeros... a no ser que nos toquen mucho los huev...

Buenos días a todos,

Alvaro

No hay comentarios:

Publicar un comentario