viernes, 24 de febrero de 2012

Railes de Reflexión - Volumen nº 19

Buenos dias todos,

Hoy, aunque no estoy demasiado inspirado para escribir nada muy largo, intentaré romper la mala racha de posts de esta semana.

Hablemos de la comodidad.

La comodidad y como las personas la enfocamos es algo que me desconcierta. Por ejemplo, yo prefiero llegar veinte minutos antes a mi puesto de trabajo (Llegar a la hora, tampoco os creais que llego antes de mi hora) pero viajar en un tren cómodo, con calefacción, en el cual tengo cuatro asientos para mi solo y puedo escribir y escuchar música con calma.
Sin embargo, una compañera del trabajo que también acude desde Valencia prefiere coger el tren diez minutos más tarde (llegando allí veinte minutos mas tarde), y a cambio de dormir ¿Diez minutos más? viajar en un cercanías que realiza como una docena de paradas, cuyo traqueteo podría romperle el coxis a Hulk a esas horas de la mañana.

Ahora bien, la ironía: Luego en la oficina, no le pidas su silla ergonómica porque tienes la espalda mal, que esa es la suya y la necesita.

Bueno, lógico supongo... viajando de esa forma...

Un saludo a todos,

Alvaro

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