martes, 5 de mayo de 2009

Reflexiones desde un Tren... Vol. I

Buenos dias a todos, aqui me encuentro, un día más de camino a trabajar, aunque con la ligera diferencia de hoy tener un portatil e internet movil sobre mi regazo.

Si mi pereza y mis ideas me lo permiten, a partir de ahora, y al menos dos o tres veces semanales, escribiré posts de buena mañana (lo cual no implica que no pueda haber OTRO post más tarde, desde casa... ¡¡O incluso en el tren de vuelta, si me siento inspirado!!).

Por supuesto, la calidad gramatical de estos posts se verá algo mermada, debido al sueño (De acuerdo, y a que no usaré el corrector ortografico, que desde el portatil... no es facil).

Mi primer post trata de algo bastante simple a primera vista, pero que me molesta. Algo que siempre he pensado y que, aparentemente, va en aumento.

Sí, quizás haya quien se acuerde de que hablo. Hablo de...

Los padres que llevan a sus hijos de menos de 1'20 m. a parques de atracciones.

¿En que coño piensan? Niños de poco más de cuatro o cinco años, o incluso en carritos de bebe, muchas veces, arrastrados por sus padres por parques de atracciones donde no van a poder subirse a nada -y aunque pudieran,¿Quien coño tiene recuerdos claros de su infancia tan temprana?-.

Por no hablar claro del porculo que dan con los susodichos carros. Autenticas migraciones de carros por las grandes avenidas de los parques, forzando a la gente a ir esquivandolos, como si de un campo de minas se tratase.

Me cabrea. Nunca os convirtais en uno de esos padres. Y lo digo porque los que me conocen, saben lo que creo que habria que hacerles.

Bueno, el tren se acaba de poner en marcha, camino a Xàtiva. Hoy promete ser un día rellativamente tranquilo en archivo, y espero que así sea.

Porque... ¿Que puede haber mejor que ponerse música clasica, olvidarse del mundo y sumergirse entre documentos viejos, documentos en los cuales está la historia de un pueblo entero?

Si alguien lo sabe, estoy abierto a sugerencias.

Asi pues, y con el amanecer cegando mis ojos...

Buenos días.

Al

2 comentarios:

  1. Todos tenemos derecho a disfrutar, y los niños pequeños también. No debe ser fácil tener hijos que descubren que existe un parque de atracciones tan grande, tan llamativo, donde solo cabe el pasartelo bien con emociones nunca antes conocidas... si es cierto que el viaje no se disfruta igual cuando no eres capaz de recordar toda la euforia que sentiste a los 6 o 7 años, pero en el momento en que entras ahí y disfrutas... nadie debe quitártelo, al igual que ver a tus hijos con una sonrisa de oreja a oreja mientras tu tambien disfrutas del viaje...

    Aunque,en esos momentos,es cuando debes plantearte irte a Disneyland antes que a Port Aventura, ya que parece mas enfocado a ilusiones infantiles...

    Lo mejor, es seguir siendo un niño/a y disfrutar al máximo cada experiencia,y liberar tus emociones, como si cada momento fuera algo único e inolvidable...

    ResponderEliminar
  2. No te falta razon... pero solo en parte (opino yo).

    ¿Que tiene de infantil Port Aventura? Aparte de los moñicacos de Barrio Sesamo, que esa nueva generación ya no conoce, nada.

    Si quieren llevar a los niños a disfrutar, hay muchos otros sitios, entre ellos Disneyland como ya has dicho, donde niños de esa edad pueden disfrutar muchisimo más.

    Porque la verdad, ver aquel "anfiteatro" de los polinesios lleno de carritos, y de crios pasando de todo y dando por culo con la arena, mientras padres y madres estaban más atentos a los cuerpos de los bailarines que a su progenie... Fue muy triste.

    Sin mas que añadir por ahora...

    Al

    ResponderEliminar