Reflexiones desde un Tren... Vol. XXXIV

Y esque... se veia venir.

Al final, el viernes pasado, tal y como yo me veia venir desde hacia tiempo, tuve un encontronazo con mi "querida" compañera de trabajo. Si, esa que me cae taaaaan bien.

El resumen de la situación fue bien sencillo. El jueves dije cuatro o cinco veces, por activa y por pasiva, que yo el viernes NO iria a archivo. Lo repetí hasta que me sentí pesado conmigo mismo.

Llega el viernes, aparece por alli la... mujer esta... y me suelta, con todo el descaro y el tono autoritario que os podais imaginar: "Ale, subete a archivo". Y yo, obviamente "¿Perdon? Yo ya dije ayer que hoy no subia".

En fin, se vé que mi compañera desciende de las estrellas de mar o algo (por eso de no tener cerebro), y colapsó. Pilló un rebote impresionante y, delante de la gente que estaba haciendose el DNI (y a pesar de que yo estaba pasando bastante de ella), se me pone a gritarme, y a soltar practicamente improperios.

Obviamente, cuando el jefe de servicio la manda callar (no era para menos), la chica se enfurruña toda, y sale de la habitación dando un portazo. Muy bonito. Bye bye, que te den.

Y luego, la cosa más absurda del mundo. Tras cinco minutos, me pilla por banda el jefe del servicio y me dice que me suba yo a archivo. Obviamente, tengo más cabeza que esa tipa, asi que me callo y me subo. Y... ¿Adivinais?

La pedorra no estaba alli. Por sus santos ovarios NO fue a archivo. Obviamente, yo dije "¿Que qué?" y llamé al jefe, pero no al de servicio, sino al segundo al mando en la comisaria (porque si aviso al jefazo supremo la puedo armar...) y le pongo el caso sobre la mesa.

¿Conclusión? Ahora tenemos un calendario con las semanas que nos toca ir a cada uno. Nos guste o no. Se les ha acabado a las chicas eso de repartirse los dias como les daba la gana.

¿No les gusta? La proxima vez, esa perra aprenderá a no ladrarle al cabrón equivocado.

Y si tiene ovarios, que intente joderme. La estoy esperando.

Buenos días,

Al