viernes, 2 de octubre de 2009

Reflexiones desde un Tren... Volumen Especial "Santos Angeles Guardianes"

«Ángel santo de la guarda, compañero de mi vida, tú que nunca me abandonas, ni de noche ni de día. Aunque espíritu invisible, sé que te hallas a mi lado, escuchas mis oraciones, y cuentas todos mis pasos. En las sombras de la noche, me defiendes del demonio, tendiendo sobre mi pecho, tus alas de nácar y oro. Ángel de Dios, que yo escuche, tu mensaje y que lo viva, que vaya siempre contigo, hacia Dios, que me lo envía. Testigo de lo invisible, presencia del cielo amiga, gracias por tu fiel custodia, gracias por tu compañía».


Dos de octubre. Santos Angeles Custodios. Patrones de la Policia.


Tenia... digamos más.. esperanzas... en este día.

Pero comencemos por el principio. Dejando a un lado el trabajo (el cual no varió en lo absoluto), a eso de las doce y media me quedo solo en la oficina. En teoria, como muy mucho a las dos tenian que haber vuelto todos para ir a la comida.

Tres menos cuarto, vuelve la gente... Yo no sabia ya si dormirme o que narices hacer. Pero como todo, los actos oficiales, se alargan... (Mención especial a mis compañeros Luis y Mariu, que recibieron un azulejo de mención especial al servicio prestado. ¡Seguid asi!)

Total... nos vamos a la comida. Cuando llegamos, habian pasado cosa de dos minutos desde que todos estuvieramos alli, y ya habia como treinta botellines de cerveza vacios. Mal empieza la cosa, que son policias.

Pero bueno, se les dá un voto de confianza.

Entramos a la comida, nos sentamos, blah, lo tipico. Y llega creo que lo unico que no defraudó.

La comida.

Unos entrantes de bastante buena calidad (embutido, queso, salmon, algo de ensalada... todo lo que me comí estaba bueno), seguidos de un plato de pulpo a la gallega (que pese a su... extraña pinta -que no invitaba a meterle el diente- estaba realmente sabroso).

Inmediatamente despues, el plato principal, codillo de cerdo. Misma situación que el pulpo. Pinta extraña, pero muy bueno. Para que yo me comiese con deleite la patata cocida que lo acompañaba, imaginaos.

Y de postre, una minitarta de vainilla recubierta de chocolate y rellena de lo que parecian natillas. Muy rara, tremendamente empalagosa, pero en la linea de lo anterior.

Y como no, toda la comida regada por abundante bebida (principalmente cocacola en mi situación, pero ahora hablaré de esto), la cual servian con presteza y eficacia.

Respecto a la bebida, sucedió algo bastante curioso, al menos para mí. Y es que en una sola comida bebí más alcohol que en toda mi vida. Un dedito de Lambrusco (vino con un poco de gas, si os gusta el vino, lo recomiendo) para brindar por los compañeros condecorados. Un dedito de champan al final de la comida, con toda la comisaria, para el brindis "oficial". Y luego, un vasito de sorbete de naranja, al cual yo ya le notaba sabor raro, pero no fue hasta que lo tenia entre pecho y espalda que me dijeron que llevaba cava. Cabritos.

Por suerte (o... ¿por desgracia?... nah, por suerte) no fue suficiente para que me subiera en absoluto, y menos con el estomago tan lleno.

Llegados a este punto, la comida iba bastante bien, y yo estaba incluso dispuesto a acompañarlos un rato a la discoteca, aunque solo fuera por "experimentar" en primera persona ese fenomeno que fascina tanto a la gente. Aunque solo fuera por ver si es tan... divertido.

Sumido en mis cabalas sobre esto andaba, cuando, y trás una ... cuanto menos curiosa... salida "a capella" de la mujer de uno de los veteranos de la comisaria... apagan la mayoria de las luces. Encienden el stereo. Le meten un volumen que causaria otro maremoto en Samoa de estar cerca del mar y...

Bueno, llegados a este punto hay una pequeña laguna en mi memoria, puesto que el zambombazo que metió el PUTO estereo casi me deja sordo, pero dejando eso aparte, me di cuenta de que no iba a ser necesario ir a la dicha discoteca.

Un simple "cavalcando" en tres tiempos, en el cual se abusaba de la percusión y del viento metal estubo causando estragos durante dos horas y media, en las cuales quise morir. Y mis oidos, más.

De hecho no fue hasta el final que me di cuenta que en las canciones (todas iguales, mismo ritmo, mismos instrumentos) habia cantante. Una muchacha que debe andar muy frustrada, porque la verdad, oir su voz por encima de lo que parecian dos docenas de timbales metiendo caña, resultó dificil.

Llegadas las siete de la tarde, se decidió empaquetar y tirar para la discoteca, y yo enseguida me colgue de Luis, para que me acercara a la RENFE, buscando huir de alli.

Y el escenario que pudimos contemplar saliendo del restaurante fue dantesco. Jamas antes habia visto a gente tan cocida. Los policias más veteranos y serios descojonandose, con la cara toda roja, andando haciendo eses. Y esos, eran los que más puestecitos iban. Haced calculos.

Pues con eso y todo, se metieron en los coches. Y no contentos con ello, los de la secreta (que iban en un coche de paisano, claro) sacaron la sirena, la encendieron, y fueron hasta la discoteca haciendo apartarse a todos los coches. Totalmente expedientable.

A modo de conclusión...

Son nuestros "Santos Angeles Custodios", no digo que no... pero nunca olvideis que siguen siendo humanos.

Un saludo,

Al

1 comentario:

  1. En contrucción... XD Seguro que es por la parranda de señales d tráfico multadas por la policia de allí. Sefuro que encerraron a la adorable ancianita del tercero por no causar ruido XDDDD
    Eso o aparecera el increible monstruo de prngles XDDDDD

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