lunes, 5 de marzo de 2012

Railes de Reflexión - Volumen nº 21

Buenos dias a todos, desde el tren

Hoy tenía dos o tres cosas pensadas para hablar, temas que he ido acumulando en mi cabeza a lo largo de estos dias, pero he de admitir que anoche leí algo que hizo que un tema saltase instantaneamente al puesto número uno de la lista.

La prioridad monetaria de la gente.

Anoche, como cinco minutos antes de irme a dormir, estaba yo en el ordenador en casa, ojeando la lista de contactos del MSN, preguntandome internamente porque tengo tanta gente y hablo con tan poca, cuando reparé en el "nick" de uno de mis contactos.

Rezaba algo tal que "¡Ya tengo Whatsapp!". Esto, normalmente, no me sorprendería, y sería una anecdota banal más si no fuera porque conozco en persona a ese contacto y es un chaval treintaañero que vive solo y se ha quejado en contadas ocasiones de que no llega a fin de mes y no tiene ni para comer. Ahora bien... soy consciente de que el Whatsapp te permite mandar mensajes gratuitos, pero y hasta donde llega mi conocimiento, también requiere una tarifa de datos de internet, que cuando yo miraba la que uso en el portatil, ninguna bajaba de 20 o 30 euros (las de movil al menos).

Creo que es lógico que me choque. No hay para comer, pero hay para internet en el movil. Dafuq?

Tristemente, esta situacion tampoco es la primera vez que la veo, y -aunque no me incumbe, ya ves, cada cual con su dinero- me resulta siempre chocante.

"Hay un curso de FP de informática, que es lo que llevo años diciendo que quiero estudiar, son dos años y al menos me daría algo que poner en mi pauperrimo curriculum. Vale 90 euros nada más, y tengo 120, así que solo tengo que ir y apuntarme. Pero... ¿Sabes que? Me voy a comprar estas tres espadas decorativas que, como no me queda sitio en la pared, meteré en el armario y solo las sacaré cuando quiera enseñarselas a las visitas"

True Story. Facepalm.

En fin. En el improbable caso de que cualquiera de los dos casos aqui citados leyesen este post, podeis ver que no he usado nombres, asi que vuestra intimidad no peligra. Y más alla de eso, sí, no apruebo de vuestro uso del dinero, pero de nuevo...

Es vuestro dinero, vosotros sabreis...

Y para los demás... Pues aqui acaba un post más. Espero no ser yo el único que piensa que a esta gente habría que racionarle el dinero como a los niños (al menos al segundo caso).

Buenos días, abrazos a todos,

Alvaro

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